Magistral ponencia del doctor y profesor Francisco José Andrades Ledo:

Lumen gentium: el nombre de una Iglesia en cambio

Este viernes 25 de noviembre han dado comienzo en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas «Santa María de Guadalupe» en Badajoz, los Diálogos de Teología correspondientes al curso 2022-2023, dirigidos de manera especial a toda la comunidad educativa del instituto y en de forma general a todos aquellos que quieran y tienen inquietud de crecimiento en su formación, diálogos teológicos que se realizan a través de la plataforma Google Meet del Entorno Educativo @iscrguadalupe.es

La primera de las ponencias de este curso ha corrido a cargo del doctor y profesor en nuestro centro (de varias asignaturas), Francisco José Andrades Ledo, quien de una forma brillante y magistral desarrolló el tema del Concilio Vaticano II a través de la propuesta «Lumen pentium: el nombre de una Iglesia en cambio».

El motivo de la mencionada temática conciliar quedó explicada en la introducción y presentación que realizó el director del Instituto Francisco Julián Romero Galván, quien hizo referencia a la conmemoración en el tiempo del momento del inicio de dicho Concilio Vaticano II un jueves 11 de octubre del año 1962 durante el pontificado de San Juan XXIII y que posteriormente Francisco José Andrades especificó, indicando que el Concilio supuso un importante punto de inflexión dentro de la historia De la Iglesia especialmente por el planteamiento que llegó ya en sesión inaugural de la mano del cardenal Suenes (belga), al lanzar al aula conciliar una serie de profundos interrogantes: «Tu Iglesia, ¿Quién eres?, ¿Qué dices de tí misma?»

A partir de aquí y durante prácticamente cincuenta minutos dirigiéndose a un aula virtual que casi alcanzó los cuarenta participantes, Andrades Ledo orientó su charla en torno a un contenido que hizo profundizar sobre lo que el propio concilio reflexionó en torno a la «naturaleza De la Iglesia» y sus «relaciones con el mundo.» 

Aspectos destacados de las palabras de profesor Andrades Ledo fueron indudablemente dirigidas a la Constitución Lumen gentium a través de sus trece puntos («luz de las gentes»), recordando de la misma manera, la propia estructura del Concilio con sus cuatro constituciones, nueve decretos, tres declaraciones y algunos documentos más de gran importancia.

Desde este contenido, supo ir envolviendo a los asistentes a la charla en un ambiente reflexivo, interpretativo y magisterial, tocando aspectos de gran importancia por su naturaleza o mirando hacia fechas pre-conciliares como la del año 1958 en torno a la Semana de la Unidad por los cristianos y su vinculación a la conversión de San Pablo (25 de enero), para que posteriormente en el mismo Concilio, dicho aspecto pudiera ser totalmente comprendido.

Respecto a la constitución Lumen gentium, Francisco José aludió a los elementos, fases, propuestas, esquemas de trabajos y síntesis que determinaron finalmente el mencionado documento, haciendo entender las influencias, cuestiones, transformaciones para llegar al documento final y poder así analizar a la «Iglesias como Pueblo De Dios.»

Destacamos de los aspectos que durante la misma charla el ponente explicó en relación al documento, como por ejemplo: la dignidad de los bautizados, el papel del laicado, la relación jerarquía/laicado («luego tu y yo somos Iglesia»), la Iglesia y el Espíritu Santo, la comunión en torno a la Cristología, la presencialidad poniendo el acento en la persona y no tanto en la jerarquía, la sensibilidad ecuménica y la relación con el axioma Iglesia-Salvación, la enseñanza doctrinal del concilio y la comprensión de la Iglesia.

Finalizó lanzando una conjunto de retos:

• Jesucristo como centro.
• Vivir la unidad en la diversidad: comunión.
• Reforzar la teología bautismal: la importancia de la iniciación cristiana.
• La presencia De la Iglesia en medio del mundo.
• El compromiso laical.
• La formación en todos los niveles.
• La teología para el servicio.
• Las estructuras pastorales.
• Vivencia comunitaria.
• La comprensión del papel de María.
• Los pueblos como testimonio.

Una vez finalizada la ponencia se inicio un turno de palabra, siendo el diálogo y el carácter de tertulia el que puso punto y final a un excelente y fabuloso inicio de este ciclo de diálogos teológicos.