«Muriendo con el pecado resucitaremos con Cristo en Pascua»
(1 Cor 15, 32)
Nos llega el momento litúrgico más intenso de todo el año: Semana Santa. Pero una Semana Santa con su culminación que es «principio» al conocer el triunfo de Cristo sobre la muerte: «La muerte ha sido devorada por la victoria ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?» (1 Cor 15, 55).
Sin embargo, hasta llegar a esta exclamación indudablemente de «alabanza victoriosa», tenemos que pasar por esa «hora amarga». Los que formamos la gran familia del Instituto Superior de Ciencias Religiosas «Santa María de Guadalupe», sabemos perfectamente que debemos darle a Dios en primer lugar, toda la riqueza que se derrama en forma de amor desde nuestros corazones. Un amor que día a día se enriquece en estas aulas, dentro de esa búsqueda incansable de conocimiento para un crecimiento intelectual y espiritual. Una riqueza que ahora sabremos desprender en las celebraciones de la Semana Santa.
A buen seguro que cada uno de nosotros viviremos y así trataremos de transmitir a los demás (sentido apostólico), nuestro mejor ejemplo de vida y que, en esta Semana Santa, acompañaremos a Jesús desde nuestra oración, con nuestros sacrificios y desde el arrepentimiento de nuestras faltas para que así, «muriendo con el pecado, resucitemos con Cristo el día de Pascua».
En estas significativas fechas tengamos igualmente presente en esas oraciones a nuestro Arzobispo don Celso que peregrina al igual que nosotros en esta Semana Grande hacia ese momento glorioso del Domingo Pascual. No olvidemos de pedir al Señor por el Santo Padre, el Papa Francisco para que su salud se recupere cuanto antes. Finalmente, desde la Dirección y Secretaría del Instituto , pediros que en este tiempo no recordemos a Cristo con tristeza por lo que padeció, sino que seamos capaces de entender por qué murió y resucitó. Celebremos y revivamos su entrega a la muerte por amor a nosotros y por el poder de la resurrección, que es primicia de la nuestra.
Entonces seremos capaces de decir aquello que Pablo dice en su Primera Carta a los Corintios: «Y bien, si se proclama que Cristo ha resucitado, venciendo a la muerte, ¿cómo andan diciendo algunos de vosotros que los muertos no resucitarán? Si los muertos no han de resucitar, es que tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado tanto nuestro anuncio como vuestra fe carecen de sentido».
Desde el Instituto de Ciencias Religiosas «Santa María de Guadalupe» provechosa Semana Santa y feliz encuentro pascual con Cristo resucitado