Monseñor don Celso Morga inauguró el Curso Académico
para todos los Centros Educativos de la Diócesis

Acto de inauguración. Lunes 2 de octubre. Salón de Actos de San Atón
El pasado lunes 2 de octubre, nuestro Arzobispo, Monseñor don Celso Morga Iruzubieta presidió el acto de inauguración del curso académico 2023-2024 para todos los Centros Educativos de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz. Fue un acto marcado por el ambiente de comunión, precisamente en un momento tan «sinodal» donde con el mencionado acto, se daba ejemplo del sentido a «caminar juntos, unidos, en oración y con formación» para una común-unión donde la escucha y el intercambio deben indudablemente ser la marca de referencia -de hecho lo es- en una Iglesia Particular como la de Mérida-Badajoz donde como decimos, el arranque del camino de formación se realizó oficialmente para todos y cada uno de los sectores y desde las pastorales que la archidiócesis nos ofrece: Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe, Escuelas Diocesana de Formación de Laicos, Escuelas Parroquiales del «Sagrado Corazón» de Olivenza y Colegio Diocesano «San Atón», acto que, presidido como decimos por nuestro Arzobispo, estuvo conformado por el Vicario General, don Francisco Maya Maya, el director del I.S.CC.RR. «Santa María de Guadalupe», don Francisco J. Romero Galván y la Secretaria del mismo, doña Margarita Gallego Acero, quienes acompañaron al ponente e invitado don Enrique Merchán.
Dentro del programa diseñado por el Arzobispado, indudablemente el centro quedó marcado por la celebración de la Eucaristía símbolo e identificación de esa unidad bajo el amor fraternal en la que precisamente Monseñor Celso Morga resaltó «la búsqueda de la Verdad», una búsqueda que siempre se hará por el camino de la unidad. A la misma le siguió el acto propiamente académico donde fue presentada la Memoria 2022-2023 por la secretaria del Instituto de Ciencias Religiosas, doña Margarita Gallego Acero, memoria que expresa nuevamente lo acontecido en el curso anterior en todos los centros diocesanos.

En conjunto un acto que sin duda quiere ser espejo precisamente del inicio del Sínodo dentro de la vida diocesana en el que haciendo caso al sentir eclesial, nos consideramos un todo significativo al modo de esa Asamblea unida que Cristo ha querido siempre que sea expresión en la Iglesia.
Ha quedado pues inaugurado de forma oficial el «caminar juntos en la búsqueda de una formación para servir a la Iglesia en su totalidad» y dispuesto a que bajo el sentido de la fraternidad seamos un poquito más «misericordioso» en este mundo que nos ha tocado. Seguro que sí.